1.

Personas en situación de dependencia como posibles usuarias del servicio.

2.

Familiares de personas con discapacidad y/o en situación de dependencia para que ofrezcan apoyo hacia la transición al modelo de vida independiente.

3.

Profesionales de los servicios sociales en general por ser la primera puerta de acceso a los servicios sociales básicos y específicos.

4.

Profesionales del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) como gestores de los servicios y prestaciones del catálogo entre los que se encuentra la prestación económica de asistencia personal.

5.

Entidades del tercer sector como representantes de la discapacidad organizada desde las que promocionar la vida independiente y la inclusión en la comunidad.

6.

Personas en situación de desempleo como posibles asistentes personales.